
La meta, el objetivo, la razón,… la mujer de mi vida
Una obra de teatro digna de aplausos nos ha ofrecido Peky Andino en el majestuoso Teatro Sucre. Cuando se abrieron los telones esperaba ver lo tradicional del teatro: 2 o más actores interactuando entre ellos de una manera monótona. Pero esta vez fue distinto ya que lo primero que hizo el elenco fue introducirnos en su obra abriéndonos las puertas a un mundo diferente que en verdad engloba a nuestra realidad de la cual hace una burla a reflejarnos en un espejo.
El escenario, aunque estuvo muy interesante por su curiosa simbología, pasó a segundo plano y a través de canciones que nos hacían vivir varias épocas anteriores a nuestra existencia comenzamos a ver como el señor Emulsión Moreno nos contaba su trágica vida en Sudamérica Town (donde todo puede pasar).
Un espejo, es el elemento al que recurrió Andino para hacernos notar en qué mundo estamos viviendo. Nos encontramos en un lugar cambiante donde lo extraño es común y lo común a veces suele ser extraño, un sitio en el cual los cementerios se encuentran faltos de muertos ya que ZOMBIES recorremos la ciudad… Somos máquinas, estamos perdiendo el sentido, caminamos como inertes buscando alcanzar un objetivo, en este caso una mujer. Para llegar a la meta planteada necesitamos resucitar rompiendo las cadenas que nos envuelven de un sistema que lo hemos transformado en nuestra religión logrando salir en libertad aunque ésta nos haga sufrir con sueños rotos porque de ello vivimos.
El escenario, aunque estuvo muy interesante por su curiosa simbología, pasó a segundo plano y a través de canciones que nos hacían vivir varias épocas anteriores a nuestra existencia comenzamos a ver como el señor Emulsión Moreno nos contaba su trágica vida en Sudamérica Town (donde todo puede pasar).
Un espejo, es el elemento al que recurrió Andino para hacernos notar en qué mundo estamos viviendo. Nos encontramos en un lugar cambiante donde lo extraño es común y lo común a veces suele ser extraño, un sitio en el cual los cementerios se encuentran faltos de muertos ya que ZOMBIES recorremos la ciudad… Somos máquinas, estamos perdiendo el sentido, caminamos como inertes buscando alcanzar un objetivo, en este caso una mujer. Para llegar a la meta planteada necesitamos resucitar rompiendo las cadenas que nos envuelven de un sistema que lo hemos transformado en nuestra religión logrando salir en libertad aunque ésta nos haga sufrir con sueños rotos porque de ello vivimos.
David Salcedo C. (19/02/2008)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Expresa aquí tu opinión...