....Bueno, hace 70 años, más o menos.... Me refiero a la peculiar y muy original forma de escribir de Pablo Palacio:
Cuando me puse a leerlo, tuve que volverlo a hacer (una y otra vez), especialmente en "Las Mujeres miran a las estrellas" y "Luz Lateral"; pero ¿por qué? Simple, me llamaba la atención. había algo en todos los cuentos de Palacio que te exigía estar atento, esperando, casi escuchando, hasta que el escritor te hable. Es la primera vez que a mí me sucedió, nunca había leído algo así como "Induzca, joven.";
"¿No ha comido alguna vez carne cruda? ¿Por qué no ensaya?" o
"Cuidado, que de repente le cogerán a usted por una pierna y le sacudirán con furor hasta arrancarle pedazos",
en lo extraño de la situación, esto era lo que hacía la lectura más dinámica, más entretenida, era como que Palacio te comentara lo que había visto dentro de sus personajes.
Junto con esta familiaridad con el lector, también viene el fondo tan cruel, frío y calculador que hay bajo todas las lecturas... una sátira. La forma en que Palacio te invita a reírte con sus personajes de algo tan macabro; nada más escuchemos las patadas en la nariz de Octavio Ramírez:
"¡Chaj!
¡Chaj! } vertiginosamente,"
¡Chaj!
o la recomendación que nos da sobre lo que se debería seguir haciendo, en vez de convertir a la gente en perro:
"y creyendo obrar como un caballero saque su ridículo revólver y dispare 3 ó 4 veces sobre la infiel, estése convencido de que su situación será completamente risible, desde todo punto de vista."
Ya imagino lo que este tipo de cuentos habrá provocado en los años 30. Tanto así que los atribuyeron a la locura que acaeció luego a Palacio.
Pero de todas formas, me parece un logro genial, muy bien pensado y llevado a cabo limpiamente compenetrarse tan cercanamente con el lector... Un escritor ecuatoriano (de hace 70 años...).
Iván Suárez Arias (20-02-2008)
No hay comentarios:
Publicar un comentario